
Es impresionante como un gran potencial puede convertirse en un completo desastre solo por el hecho de no saberlo encausar en la dirección correcta.
En el caso de John Hancoock, representado por Will Smith, quien, en la película, tiene un gran potencial, una fuerza increíble y la buena intención de salvar a las personas que se encontraban en dificultad. Ahora ¿Hay algo malo en eso? En realidad, NO. Entonces ¿Por qué la gente no lo quiere? ¿Por qué le reprochaban y no lo aplaudían por sus hazañas? ¿Acaso era su potencial, carisma o fuerza los que fallaban? No, eso estaba bien. Lo que no estaba bien era la forma con la cual hacía las cosas. Se puede tener mucho talento y muy buenas intenciones, pero si esto no es encausado por Dios, de nada sirve. En ves de utilizar el don en plantar, construir y edificar, se destina para arrancar, destruir y arruinar. Lo que Dios nos dio que es bueno y que con trabajo se convierte en lo mejor, lo transformamos en algo que se ve malo. Además, como se dice por ahí, “Aunque el producto sea bueno, si el envase es malo, nadie te lo compra”… como para pensarlo…
Tuvo que aparecer un tipo, que a primera vista se ve normal, sin ningún súper poder, pero que afecta con su visión a los dos protagonistas superhéroes, tomando este diamante en bruto, lo pule y le da una nueva forma para así convertir un pedazo de piedra en una bella y reluciente joya – hasta con traje ajustado, jejej-. Una persona que se la jugo por Hancock, le entrega tiempo, comprensión y, lo más importante, que cree en él
La pregunta es ¿Qué quiero ser? Si elijo ser superhéroe, alguien fuera de la norma, voy a tener que dejarme moldear por Dios. Yo el vaso, el mi alfarero que con sus manos moldeara esta obra para convertirla en un odre nuevo, el cual contendrá un maravilloso tesoro que traerá gozo y prosperidad, porque es lo que Dios tiene para mi vida; bueno, agradable y perfecto. Uno elije si seguir diciendo “Paso” o cumplir el propósito para el cual fuimos creados.
Y después de cumplirlo, alguien nos dirá “Good Job” (Buen trabajo)
En el caso de John Hancoock, representado por Will Smith, quien, en la película, tiene un gran potencial, una fuerza increíble y la buena intención de salvar a las personas que se encontraban en dificultad. Ahora ¿Hay algo malo en eso? En realidad, NO. Entonces ¿Por qué la gente no lo quiere? ¿Por qué le reprochaban y no lo aplaudían por sus hazañas? ¿Acaso era su potencial, carisma o fuerza los que fallaban? No, eso estaba bien. Lo que no estaba bien era la forma con la cual hacía las cosas. Se puede tener mucho talento y muy buenas intenciones, pero si esto no es encausado por Dios, de nada sirve. En ves de utilizar el don en plantar, construir y edificar, se destina para arrancar, destruir y arruinar. Lo que Dios nos dio que es bueno y que con trabajo se convierte en lo mejor, lo transformamos en algo que se ve malo. Además, como se dice por ahí, “Aunque el producto sea bueno, si el envase es malo, nadie te lo compra”… como para pensarlo…
Tuvo que aparecer un tipo, que a primera vista se ve normal, sin ningún súper poder, pero que afecta con su visión a los dos protagonistas superhéroes, tomando este diamante en bruto, lo pule y le da una nueva forma para así convertir un pedazo de piedra en una bella y reluciente joya – hasta con traje ajustado, jejej-. Una persona que se la jugo por Hancock, le entrega tiempo, comprensión y, lo más importante, que cree en él
La pregunta es ¿Qué quiero ser? Si elijo ser superhéroe, alguien fuera de la norma, voy a tener que dejarme moldear por Dios. Yo el vaso, el mi alfarero que con sus manos moldeara esta obra para convertirla en un odre nuevo, el cual contendrá un maravilloso tesoro que traerá gozo y prosperidad, porque es lo que Dios tiene para mi vida; bueno, agradable y perfecto. Uno elije si seguir diciendo “Paso” o cumplir el propósito para el cual fuimos creados.
Y después de cumplirlo, alguien nos dirá “Good Job” (Buen trabajo)
1 comentarios:
jajaja GOOD JOB
Publicar un comentario