
“Un hermoso día de verano me encontraba en el campo pintando el cuadro de una antigua y pintoresca casita de piedra bajo la sombra de enormes árboles al lado de un manantial. Una niñita del vecindario, de unos ocho años de edad, cruzó corriendo el potrero para ver lo que yo estaba pintando. Sentía que debía hablarle de Cristo, pero pasaban los minutos y yo procuraba armarme de valor. Esperaba lo que a mi juicio sería la “ocasión propicia”, pero esa oportunidad no se me presentó. No le hable de Cristo…
Meses más tarde la niñita enfermó de gravedad y murió. Sentí un profundo remordimiento, hasta que supe que esa niñita había recibido a Cristo como su Salvador días antes de enfermarse.
Aprendí una difícil lección: Si la oportunidad no se presenta por sí misma, yo debo crearla, pero no debo dejar ir a nadie sin hablarle de Cristo, cuando el Espíritu así lo indica…”
(Fragmento de una historia real extraído del libro “Las aventuras de la Familia Saint” )
Hace un par de días empecé a leer este libro, y quise publicar este fragmento, ya que mientras iba avanzando en la lectura y me tope con esta historia, tuve que hacer un alto, pues me hizo recordar que muchas veces me pasaron situaciones parecidas a estas, y creo que no solo a mí, sino a muchos de nosotros.
Meses más tarde la niñita enfermó de gravedad y murió. Sentí un profundo remordimiento, hasta que supe que esa niñita había recibido a Cristo como su Salvador días antes de enfermarse.
Aprendí una difícil lección: Si la oportunidad no se presenta por sí misma, yo debo crearla, pero no debo dejar ir a nadie sin hablarle de Cristo, cuando el Espíritu así lo indica…”
(Fragmento de una historia real extraído del libro “Las aventuras de la Familia Saint” )
Hace un par de días empecé a leer este libro, y quise publicar este fragmento, ya que mientras iba avanzando en la lectura y me tope con esta historia, tuve que hacer un alto, pues me hizo recordar que muchas veces me pasaron situaciones parecidas a estas, y creo que no solo a mí, sino a muchos de nosotros.
Y lamentablemente es así, tenemos arraigada a nuestra forma de pensar que debemos hablar de Cristo y compartir del evangelio solo “cuando se de el momento” y reconozco que antes de leer esta historia, seguía pensando de este modo. Pero la lección que aprendió el autor del libro me llevo a reflexionar e hizo que cambiara mi manera tan estructurada de pensar (y que más encima creía que estaba correcta hasta ahora)
No podemos dejar pasar mas tiempo pensando que “la oportunidad se va a dar en algún momento y ahí si que voy a hablar de Cristo” o que “tengo que esperar hasta recibir una señal del cielo” o que “hay tiempo para todo” etc… (a menos que Dios me lo diga)
por favor, no cometamos el error pensando de este modo y usando este tipo de pensamiento solo como una excusa para no hablar, para no quedar en ridículo o no quedar en vergüenza delante de los demás.
Amigos! Pueden pasar meses, años, una vida entera si seguimos pensando de esta forma! Si seguimos esperando a que llegue ese “momento perfecto” para hablar.
No sigamos perdiendo más tiempo, si Dios nos dio una vida debemos usarla, si hemos conocido la verdad, no seamos egoístas y compartámosla, si sabemos que Cristo puede cambiar el destino de una persona, de MUERTE a VIDA, entonces que estamos esperando para cambiar el destino de tantas personas que aun no lo saben!
No podemos dejar pasar mas tiempo pensando que “la oportunidad se va a dar en algún momento y ahí si que voy a hablar de Cristo” o que “tengo que esperar hasta recibir una señal del cielo” o que “hay tiempo para todo” etc… (a menos que Dios me lo diga)
por favor, no cometamos el error pensando de este modo y usando este tipo de pensamiento solo como una excusa para no hablar, para no quedar en ridículo o no quedar en vergüenza delante de los demás.
Amigos! Pueden pasar meses, años, una vida entera si seguimos pensando de esta forma! Si seguimos esperando a que llegue ese “momento perfecto” para hablar.
No sigamos perdiendo más tiempo, si Dios nos dio una vida debemos usarla, si hemos conocido la verdad, no seamos egoístas y compartámosla, si sabemos que Cristo puede cambiar el destino de una persona, de MUERTE a VIDA, entonces que estamos esperando para cambiar el destino de tantas personas que aun no lo saben!
Si tenemos esperanza entreguémosela a tanta gente que no la tiene! Si tenemos el tesoro mas grande del universo viviendo en nosotros, no es para guardarlo, es para compartirlo, la luz no es para ponerla bajo una cama, es para que resplandezca… PARA ESTO HEMOS SIDO LLAMADOS, y si hasta ahora, la “oportunidad perfecta” no se había presentado, yo debo crearla, IR Y HABLAR, pero no voy a dejar ir a nadie mas sin hablarle de CRISTO, no voy a perder mas tiempo sin entregar las buenas noticias que algún día hace algún tiempo atrás, cada uno de nosotros recibió y pudo cambiar completamente el destino de nuestras vidas…
6 comentarios:
A hablar se ha dicho!!!
es verdad, tengo que compartir lo que me ha sido entregado!!!
una vez un predicador dijo: "Si Dios me dio boca, no creo que fue solo para comer completos"... debemos hablar lo que realmente sirve.
ummm... si y es verdad que Dios llena nuestra boca, porque algunas veces no siento que diga tanto pero para la persona que escucha y que necesita es tan vital que solo le digan "Cristo te ama, todo va a estar bien"!!!
tini mori kon lo que pusiste ecerio me senti mui identificada con el hecho de a veces no hablar por segun mi parecer no encontrar el monmento adecuado pero me pondre mas las pilas para yo crear cada ves mas instancias para compoartir este tesoro , esta luz que me acompaña cada dia ...
tenee te pasaste!!!!!!!!!!
Publicar un comentario